25 may 2011

TITERES CON Y SIN CASA: consecuencias

Para títeres Elwaky que desde fines del 2002 , éste último periodo -de octubre 2010 a éste mayo del 2011- es el mas prolongado fuera del teatrito del Parque Vial... sin casa.


Esta experiencia -sin espacio permanente de trabajo- nos permite tener alguna idea de la diferencia o las consecuencias de "tener o no tener casa propia".


Desde una perspectriva, contar con una sala propia supone la obligación de desarrollar o adquirir habilidades e instrumentos de gestión dado que un espacio artístico público exige cierto grado de regularidad en su funcionamiento.


La regularidad hace referencia a la necesidad de una "programación" en la oferta de espectáculos, por tanto, obliga a contar con un base de información, un "banco de datos", un listado de grupos disponibles, cuyas características responden a un mínimo de exigencias y cuyos requerimientos básicos (técnicos, económicos, etc) deben ser satisfechos por los gestores.


En la misma area (gestión), supone una aproximación permanente a los medios de divulgación masiva que permita conectar la oferta con la demanda. Será en este mismo acápite el que obligue a desarrollar "alternativas publicitarias".


Finalmente, en aspectos mas pedestres, requerirá contar con un equipo humano mínimo, capaz de responder a las tareas de detalle: limpieza, boletería, sonido, luces, publicidad y otros.


Desde otra de las perspectivas, contar con una sala dedicada exclusivamente a los títeres, exige contar con una oferta permanente de espectáculos, ya sea propios (la base) o de elencos invitados.


Si bién puede partirse de "un nivel de calidad" de los espectáculos ofertados, la exigencia del público por mayor calidad será creciente, de manera permanente.


La responsabilidad de responder a las espectativas del público, obligará al grupo (o grupos), motivará u obligará al grupo a una mayor y permanente labor de mejoramiento.


Dado que el espectador "paga su entrada" a los espectaculos de la sala, adquiere el derecho de criticar abiertamente ó promocionar el espacio entre sus conocidos ó descalificar los espectáculos ó desacreditar a la sala...


Bueno -para terminar- son prácticamente siete los meses que hemos queddo sin sala propia, sin ejercicio cotidiano y, es de esperar que las habilidades desarrolladas y los niveles de calidad de nuestros espectáculos no vayan en caida.

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