11 nov 2011

El oriente no tan lejano...

En la década de los cincuenta del siglo pasado, uno de los objetivos que se trazó el gobierno de la Revolución Nacional fué el de "abrir la frontera agrícola" hacia el oriente boliviano.

Por el papel asignado a nuestro país -productor de minerales- por el orden económico mundial, la "Bolivia" real" era únicamente el eje occidental integrado por La Paz, Oruro y Potosí por lo que el nuevo Estado se planteaba "integrar físicamente al país y diversificar su economía incentivando el desarrollo de un polo agro industrial". Casi 60 años después tenemos una Santa Cruz que apenas conserva rastros de su pasado, convertida hoy en la región más dinámica y poderosa económicamente.

Nuestras recientes visitas artísticas realizadas a la ciudad de Santa Cruz han servido también para indagar sobre la existencia de grupos titiriteros regionales. Aunque existen referencias de un conjunto de agrupaciones titiriteras que desarrollaron intensa actividad en la década de los años 80 y personalidades como Matías Marchiori que se empeñaron en formar a nuevas generaciones, todavía no hemos tenido la suerte de encontrarnos con sus discípulos.

Y Santa Cruz es un espacio fértil para el desarrollo de propuestas artísticas, mucho más si estas tienen como destinatario al público infantil. La sociedad cruceña espera y recibe con los brazos abiertos a todos aquellos que le ofrezcan novedad, frescura y trabajo profesional.

El Festival Internacional de títeres que promovimos con el apoyo de Fundecyd, fue un intento serio por conectarnos a través de los títeres con Santa Cruz. Si la experiencia es exitosa, podremos pensar en la posibilidad de institucionalizar el evento, que sería un alimento más para el surgimiento de elencos locales.

En una siguiente nota, transcribiremos el comentario sobre "El jardín de colorín colorete". Obra de títeres dirigida por Matias Marchiori y presentada en la Casa de la Cultura de Santa Cruz el año 1982.

Octubre 2011