Habría que ser un genio para con sólo la capacidad artística ser capaces de sentar presencia en la sociedad, en el ahora y en el después. Sin duda hay casos en los que el artista (genio) dedicó su tarea única y exclusivamente a la creación y éstos son los casos que sin duda merecen reconocimiento.
Pero, con seguridad, nosotros (los que escribimos y leemos esta nota) no tenemos "ese grado de genialidad", por lo que requerimos desarrollar mayor número de recursos para hacer de la nuestra una tarea sostenible y trascendente.
La tarea creadora nos exige formación permanente, atención frente a nuevos desarrollos, disposición a la incorporacion de elementos, exploración, ajuste, entrenamiento. Estas serán condiciones imprescindibles para la elaboración/creación de productos preciosos.
Pero la tarea no estará completa si no somos capaces de desarrollar las habilidades y conocimientos para la gestión artística. En unos casos será el mismo artista el que deba cumplir esas labores y -para hacerlo- requerirá de estudio y dedicacion; en otros casos, podrám plantearse procesos de especializacion de los colectivos en los que, unos concetrarán sus esfuerzos en el producto artístico y otros en su gestión, en la busqueda de espacios de difusión, la exploración de oportunidades, el desarrollo de audiencias, la coordinacion con entidades similares u otras instancias articuladas a la cultura, el bosquejo de nuevos desafíos, etc.
Si con estos elementos nos acercamos a la realidad de los títeres en Bolivia, quisá`podamos conlcuir que fué altamente dañina la mirada despectiva que se otorgó a la gestión artístico/cultural y tal vez éste sea el momento de darle la importancia que se merece.
Pero, con seguridad, nosotros (los que escribimos y leemos esta nota) no tenemos "ese grado de genialidad", por lo que requerimos desarrollar mayor número de recursos para hacer de la nuestra una tarea sostenible y trascendente.
La tarea creadora nos exige formación permanente, atención frente a nuevos desarrollos, disposición a la incorporacion de elementos, exploración, ajuste, entrenamiento. Estas serán condiciones imprescindibles para la elaboración/creación de productos preciosos.
Pero la tarea no estará completa si no somos capaces de desarrollar las habilidades y conocimientos para la gestión artística. En unos casos será el mismo artista el que deba cumplir esas labores y -para hacerlo- requerirá de estudio y dedicacion; en otros casos, podrám plantearse procesos de especializacion de los colectivos en los que, unos concetrarán sus esfuerzos en el producto artístico y otros en su gestión, en la busqueda de espacios de difusión, la exploración de oportunidades, el desarrollo de audiencias, la coordinacion con entidades similares u otras instancias articuladas a la cultura, el bosquejo de nuevos desafíos, etc.
Si con estos elementos nos acercamos a la realidad de los títeres en Bolivia, quisá`podamos conlcuir que fué altamente dañina la mirada despectiva que se otorgó a la gestión artístico/cultural y tal vez éste sea el momento de darle la importancia que se merece.
NOTA: la presente nota fué publicada simultaneamente en titerenet.com
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