Bolivia llora la muerte de al menos 20 indígenas campesinos masacrados cobardemente en el Departamento de Pando. En este momento es difícil -si no imposible- hablar de nuestros títeres.
Los de Elwaky quisimos realizar nuestro ensayo habitual de sábado y abrir -como todos los domingos- el teatrito del Parque Vial... pero teníamos el corazón entumecido por tanto dolor... Nuestras miradas quedaron perdidas en el vacío y solo nos quedaron preguntas.
¿Cuándo dejarán de sangrar los más humildes? ¿Llegará el día en el que acabe el odio y la ambición de los poderosos, que es capaz de cobrarse todas las vidas posibles por preservar sus privilegios? ¿Qué destino les espera a los niños que -además de ser pobres- ahora les robaron a sus padres? ¿Llegará el día de la justicia? ¿Serán castigados los asesinos? ¿Nos volverá a invadir el olvido?
La función debe continuar . . . pero -al menos- déjennos enjugarnos las lágrimas.
16/09/08