Los del rango de edad no hace alución al tema que va siendo dialogado con Juan Rodriguez en el blog del colectivo titiritero boliviano... es pura coincidencia; pretende titular de alguna manera la reciente experiencia de Elwaky en el penal de alta seguridad de Chorrillos - Lima.
Podría pensarse de antemano que, cualquiera fuera la propuesta titiritera, las condiciones objetivas, el contexto, las circunstancias, son altamente excepcionales y adversas.
Ciento ochenta mujeres adultas con condenas de prisión perpetua pueden dar a presumir un auditorio duro, agresivo, "obligado", frio... el peor público para los títeres. Mas la experiencia supera la imaginación, te da respuestas inesperadas... mujeres contenidas en sus emociones, obligadas a callar, aisladas del mundo... deciden vivir con intensidad este instante, dejar volar la imaginación, ejercer el derecho a la libertad desde allá donde madie podrá aprisionarsela... Convertidas en niñas, darán un giro a la vida y permitirán la mejor función que jamas haya hecho Elwaky.
Por 40 minutos el tiempo se ha detenido o retrocedido a la lejana niñez de la que quisá muchas no hibieran querido salir; el aire se ha puesto denso por la emosión, los ojos brillan, las voces se libreran, gozan, se encuentran en los personajes de la farsa y con ellos vencen a sus circunstanciales vencedores. Por 40 minutos todos fuimos libres y fuimos uno.
Podría pensarse de antemano que, cualquiera fuera la propuesta titiritera, las condiciones objetivas, el contexto, las circunstancias, son altamente excepcionales y adversas.
Ciento ochenta mujeres adultas con condenas de prisión perpetua pueden dar a presumir un auditorio duro, agresivo, "obligado", frio... el peor público para los títeres. Mas la experiencia supera la imaginación, te da respuestas inesperadas... mujeres contenidas en sus emociones, obligadas a callar, aisladas del mundo... deciden vivir con intensidad este instante, dejar volar la imaginación, ejercer el derecho a la libertad desde allá donde madie podrá aprisionarsela... Convertidas en niñas, darán un giro a la vida y permitirán la mejor función que jamas haya hecho Elwaky.
Por 40 minutos el tiempo se ha detenido o retrocedido a la lejana niñez de la que quisá muchas no hibieran querido salir; el aire se ha puesto denso por la emosión, los ojos brillan, las voces se libreran, gozan, se encuentran en los personajes de la farsa y con ellos vencen a sus circunstanciales vencedores. Por 40 minutos todos fuimos libres y fuimos uno.
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